La puerta tiene una contraseña, y en el interior hay un cerrojo. La
puerta reconoce la contraseña y se abre. Solo hay una obra de arte: el
cuadro de una sirena. La paredes del baño son de mármol blanco,
iluminadas por tenues candelabros. La bañera es del tamaño de una
piscina, e incluso tiene un trampolín, y tiene tuberías que emanan
jabones distintos.